Para diseñar esta colección nos inspiramos en el significado más profundo del Taijitu, comúnmente noto como Yin y Yang: el principio generador de todo el universo según las filosofías del Taoísmo y del Confucianismo. 

El Taijitu - “el patrón de la transformación suprema” - servía para explicar las dinámicas detrás de cada fenómeno natural. Desde la alternancia día/noche y el ritmo de las estaciones, hasta los estados anímicos de la criatura pensante más pequeña del universo: el ser humano. 

Según este principio, el flujo de energía vital del cosmos - el qì - para manifestarse y transformarse constantemente, necesita de dos polos opuestos: uno negativo (Yin) y uno positivo (Yang). 

Sin embargo, no hay que ver estos polos bajo una perspectiva ética de bien y mal, sino simplemente como unas leyes físicas de los contrarios que se complementan y autorregulan entre ellas. Dependen una de la otra y se mueven así en círculo con una danza sin fin. Cuando el yin alcanza su punto máximo - cuando la noche llega a su hora más oscura - inevitablemente le sigue el yang, el amanecer.

Dando un paso más allá, para esta joya artesanal fusionamos el Taijitu con el analema, un símbolo muy parecido a la lemniscata de Bernoulli (el símbolo del infinito) y que representa la curva que describe la posición del Sol en el cielo si todos los días del año se lo observa a la misma hora y desde el mismo punto de la Tierra. 

El origen del analema - del griego, “pedestal del reloj solar” - es muy antiguo y ya en la Edad Media se usó para construir las primeras meridianas y así medir el tiempo.

La joya se compone de dos piezas. En la parte de arriba podrás notar un sol y una medialuna. Se trata de dos símbolos milenarios presentes en múltiples culturas: desde la mitología egipcia (Uróboros) y la griega (Apolo y Artemisa), hasta la religión hinduista (Shiva) y la islámica.

La pieza inferior es una lemniscatainspirada en el analema solar. La elección de partir las curvas en dos colores diferentes (en las versiones coloreadas que verás muy pronto ;) quiere recordar la relación indisoluble entre el yin y el yang con un movimiento armónico semejante a dos cuellos de cisne.

La colección Esperanza quiere ser un símbolo de optimismo, perseverancia y, por supuesto, de esperanza. 

Esta joya artesanal manifiesta la importancia de ver todos los acontecimientos que vivimos bajo una perspectiva valiente y paciente. A pesar de que a nadie obviamente nos guste tener que pasar por momentos oscuros, sufrimiento e incertidumbre, todo ello forma parte del increíble e inexplicable ciclo de la vida. El yin y yang nos recuerda que todo en este universo tiene su contrario y que, para que algo bueno y satisfactorio se manifieste, es físicamente razonable que en algún momento pasemos por lo opuesto. 

Para solucionar una situación complicada que nos afecta, es inevitable enfrentarse a ella con paciencia y valor. Para tejer a mano un maravilloso jersey es indispensable desenredar primero un enmarañado ovillo de lana. 

Y en esta inexplicable e infinita danza de los contrarios reside la armonía de todos los elementos que componen el universo. Inclusive los seres humanos.

Como el sol describe impertérrito la ilusión de su curva en nuestros cielos una y otra vez, pase lo que pase. Que haya uno, diez o veinte días de lluvia, en algún momento volverá siempre uno de sol. Después de un invierno, habrá siempre una primavera. Después de la noche habrá siempre un amanecer. 

Por lo tanto, a veces, en lugar de buscar desesperadamente una razón lógica detrás de cada problema o dificultad que se cruce en nuestro camino, quizás sea más productivo dejar que fluya, armarse de paciencia, y superarlo con valor y esperanza.

Porque en algún momento algo va a cambiar. Quizás no sea exactamente lo que querías y ni siquiera en la forma que te esperabas, pues aprecia cada cambio positivo en tu vida y no desesperes nunca, porque siempre hay una posibilidad si tienes esperanza.